El cine distópico: el futuro perdido de la realidad

El cine distópico: el futuro perdido de la realidad

El primer filme postapocalíptico que vi cuando niña fue Akira. Pensar a los 10 años que la tierra en un futuro podría ser incierto, me produjo un inquietante placer por investigar sobre ciencia ficción y teorías posmodernas/aceleracionistas.

Hasta el día de hoy, ese interés no ha cesado y es poco probable que pase lo contrario si día a día los noticieros no dejan de hablar sobre lo que vive el planeta a causa de los desastres naturales, las guerras, las crisis económicas y la deslegitimidad institucional.

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¿Qué es la distopía?

La distopía es una realidad ficticia que tiene características negativas de la sociedad. Algunos piensan que son contrapuestas a nuestra realidad actual porque contiene elementos futuristas, por lo tanto, pensar de que pueda emerger de nuestro planeta tierra algo semejante es objetivamente imposible. Entonces, si es solo ficción ¿por qué el cine distópico es como un vehículo profético a nuestra realidad aparente? ¿por qué genera entusiasmo y morbo al verlas?

Metrópolis: El mundo con la llegada del capitalismo

El cine distópico es una especie de vaticinio que recurre a elementos simbólicos que denuncian las consecuencias del presente desde un futuro ficticio. Por ejemplo, Metrópolis de Fritz Lang narra la historia de un joven millonario que descubre la existencia de la pobreza en su mundo utópico y perfecto. Estos dos mundos – o lucha de clases— entran en conflicto cuando un robot representado por un cuerpo femeneizado y sexualizado, los incita a disputarse para generar el caos y la destrucción del mundo.

Catalogar a Metrópolis como cine distópico no es descabellado porque describe la modernidad como un ente superior que se apodera de nuestras vidas sin darnos cuenta y nos obliga a tomar conductas de supervivencia e individualidad. Imaginar que el peligro constantemente nos está acechando provoca una sensación de confusión y miedo sobre lo desconocido y nos transforma en sujetos alienados. ¿De eso trata en realidad la película Alien?

Robot en proceso de transformarse en María (humana) en la película Metrópolis de Fritz Lang del año 1927. Captura de imagen 0:27 sacada por Daniela Gutiérrez. Tráiler sacado de la cuenta Rotten Tomatoes Classic Tráilers de Youtube. Con Licencia de Dominio Público
Metrópolis de Fritz Lang. Año 1927

Recuerdo que al finalizar la película, mi madre me comentó sobre el baile que hacía el robot y el éxtasis que provocaba en el público. De las vestimentas de los años ’20, de lo buen mozo que era el actor, de lo cansador que es trabajar, del miedo a la pobreza y al comunismo y de lo genial que es el progresismo, mientras yo pensaba que ese progreso era el principal culpable de la individualidad y las desigualdades de la humanidad.

El cine distópico está construido para provocar conmoción en los espectadores, generando una sensación de placer al ver las conductas inesperadas de la humanidad para su sobrevivencia. Esta dualidad pasa a ser una radiografía o el espejo representativo del fracaso del mundo, ya que la exposición de los miedos pasa a ser parte del espectáculo que estamos dispuestos a observar para reconocernos en la desnudez del espíritu.

Blade Runner: la dualidad humano/maquina

Mi interés casi obsesivo por las películas Ciberpunk con trajes de látex, ciudades flotantes y sonidos futuristas, me alentaron a seguir observando el cine distópico. En los ’80, la ciencia ficción se focalizó en la dualidad humano/robot como un elemento importante en la trama del cine hollywoodense. En Blade Runner de Ridley Scott, se observa este elemento porque el filme gira en torno a un agente del FBI que tiene la misión de encontrar un prototipo humanoide llamado Nexus-6.

Este prototipo de robots a diferencia de otros de similares condiciones, tienen una memoria programada y una extraordinaria capacidad para pensar, por lo que el propósito es encontrarlos para eliminarlos, debido a que la inteligencia artificial del robot pasa a corromperse por la vida diaria y por los cuestionamientos sobre la existencia.

Rick Deckard buscando a la humanoide Pris Stratton para exterminarla en la película Blade Runner de Ridley Scott del año 1982. Captura de imagen 1:13 sacada por Daniela Gutiérrez. Tráiler sacado de la cuenta Warner Bros Entertaiment de Youtube. Con Licencia de Dominio Público.
Blade Runner de Ridley Scott. Año 1982

Cuando le di ese tipo de reseña a mi madre, ella me pregunta si es posible que los humanos y los humanoides seamos iguales en nuestras diferencias y yo solo respondí con un rotundo sí.

Noto en su mirada la preocupación por las cosas que estoy hablando, pero eso no me detiene para decir que somos iguales a las máquinas porque tenemos un exoesqueleto compuesto por materiales orgánicos. La diferencia de la máquina humana con las fabricadas, es que estamos conscientes que los problemas del mundo son parte de nuestra catarsis existencial. A esta catarsis Freud la llama pulsión de muerte y es el opuesto de la vida, por lo tanto, la autodestrucción y la agresión provocan un equilibrio interno para sobrevivir a los problemas y ataduras.

Es en ese aspecto que el cine distópico como herramienta visual, nos da esa sensación similar a la pulsión de muerte para que el individuo pueda ejercer una catarsis interna cuando siente que es agredido por fuerzas –internas o externas—, que quiebran la existencia y deslegitiman los discursos centrales y tradicionales de la realidad.

Mi madre queda atónita mirando el celular que tiene en sus manos y lo deja tranquilo por unos instantes. Se siente vigilada, pero ya no sabe si es por el aparato o por mí.

The Road: la crisis del planeta

En la actualidad y con la invención tecnológica establecida, la incertidumbre sobre el futuro se fue reduciendo a una sensación de confusión sobre las máquinas y, la automatización de nuestros pensamientos traspasaron los límites de la ficción, trasladando el cine distópico a una nueva fuerza que, a diferencia de los ejemplos anteriores, es mucho más conocida y menos futurista porque la estamos experimentando hoy.

En la película The Road de John Hillcoat, la humanidad es la responsable de que la tierra haya dejado de producir y crear vida. Ante un desolado planeta frío, los animales y las cosechas han desaparecido completamente y la gente debe emigrar para encontrar un lugar donde vivir. En este caso, el temor ya no surge solo desde una esfera externa como lo veíamos con el capitalismo de Metrópolis o la desnaturalización de la humanidad en Blade Runner.

Un hombre con su hijo que está bebiendo una gaseosa en la película The Road de John Hillcoat del año 2009. Captura de imagen 0:48 sacada por Daniela Gutiérrez. Tráiler sacado de la cuenta apnatv HD de Youtube. Con Licencia de Dominio Público
The Road de John Hillcoat. Año 2009

En el filme The Road, la crisis climática provoca que los espectadores tomen un sentido superior, ya que la sobrevivencia toma un rol ético/moral importante. A medida que estamos en conocimiento de los peligros, la crisis de incertidumbre empeoran por la falta de responsabilidad con nuestro entorno, por lo tanto, las películas distópicas actualmente han dado un giro importante al hablar sobre la responsabilidad que conlleva vivir en un mundo que está según el reloj apocalíptico a solo 100 segundos de la destrucción.

Como diría mi madre: ¡Que alguien piense en el futuro de los niños! ¿Pero yo me pregunto, de qué futuro habla mi madre?

El cine al estilo de The Road, no establece un escenario cronológico determinado, provocando en los espectadores una desestabilización entre lo que está en el ahora y lo que será el futuro. La confusión latente y constante de no saber cuál es nuestro porvenir es lo que permite que el cine distópico contemporáneo siga experimentando y creando nuevos universos, porque nos advierte que el futuro se estancó dejándonos con una sensación de estar viviendo en una multiplicidad de épocas que Mark Fisher denomina como los futuros perdidos.

¿El Futuro es ahora?

Los futuros perdidos son consecuencia de una homologación entre la realidad y los espacios virtuales que vivimos, provocando en nuestras conciencias recuerdos que están configurados en unidades atemporales. La causa de esta atemporalidad es que la humanidad se siente amenazada desde múltiples veredas como podría ser la crisis climática, de los sistemas cibernéticos o de la deslegitimación de los discursos tradicionales. En consecuencia, el cine utiliza estos recursos para que los espectadores demos un paseo por el salón de espejos de la realidad.

Hace poco Corea del Norte lanzó un misil de largo alcance siendo visto por una gran parte de la población japonesa. La humanidad se descontroló y el caos que veíamos en la gran pantalla se hizo realidad en un instante. Ese día mi madre habló del desastre que estamos provocando, mientras yo escribía estas últimas líneas.

Los lazos que unen a la humanidad se manifiestan como un eco o un recuerdo fantasmal. La colectividad evoca a ratos un mundo ahogado por formas impredecibles de conductas, vidas y realidades. Nos asusta ver que la ficción ya no es tan distinta a la realidad y como dice Marshall Berman: todo lo sólido se desvanece en el aire.

El cine distópico está a nuestra disposición para advertirnos sobre la proximidad de un futuro poco prometedor, de la misma manera que está para satisfacer el control inmediato de nuestros temores y ansiedades. En conclusión, indiscutiblemente disfrutamos de ella porque de manera inconsciente estamos dispuestos a transformarnos en héroes para luchar por aquello que tanto decimos querer: a nosotros mismos.

Ficha técnica

Título: Akira. País: Japón. Año: 1988. Duración: 124 minutos. Director: Katsuhiro Ōtomo. Productora: Akira Committee Company Ltd.,TMS Entertainment,Bandai Co., Ltd.,Kodansha,Mainichi Broadcasting,Toho,Sumitomo Corporation. Disponible en: Netflix. Género: Animación

Título: Alien. País: Estados Unidos. Año: 1979. Duración: 116 minutos. Director: Ridley Scott. Productora: 20th Century Fox,Brandywine Productions. Disponible en: Disney+. Género: Ciencia Ficción. Reparto: Sigourney Weaver,John Hurt,Yaphet Kotto,Tom Skerritt,Veronica Cartwright,Harry Dean Stanton,Ian Holm

Título: Blade Runner. País: Estados Unidos. Año: 1982. Duración: 117 minutos. Director: Ridley Scott. Productora: Warner Bros.,Ladd Company,Shaw Brothers. Disponible en: HBOmax. Género: Ciencia Ficción. Reparto:Harrison Ford,Rutger Hauer,Sean Young,Daryl Hannah,Edward James Olmos,Joanna Cassidy,Brion James,Joe Turkel,M. Emmet Walsh,William Sanderson,James Hong,Morgan Paull,Hy Pyke

Título: The Road. País: Estados Unidos. Año: 2009. Duración: 112 minutos. Director: John Hillcoat. Productora: Dimension Films,2929 Productions. Disponible en: HBOmax. Género: Ciencia Ficción. Reparto: Viggo Mortensen,Kodi Smit-McPhee,Charlize Theron,Robert Duvall,Guy Pearce,Molly Parker,Michael K. Williams,Garret Dillahunt

Título: Metrópolis. País: Alemania. Año: 1927. Duración: 153 minutos. Director: Fritz Lang. Disponible en: Youtube. Género: Ciencia Ficción. Reparto: Gustav Fröhlich,Brigitte Helm,Alfred Abel,Rudolf Klein-Rogge,Fritz Rasp,Theodor Loos,Heinrich George,Fritz Alberti,Grete Berger,Heinrich Gotho,Georg John,Olaf Storm

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